La basílica Paleocristiana

Tras el Edicto de Milán que concedió la libertad religiosa a los cristianos, en el año 391, Teodosio declaró el cristianismo religión oficial del Imperio. A partir de este momento los lugares destinados al culto se transforman en arquitecturas monumentales adecuadas a la nueva liturgia y a la nueva iconografía cristiana se utilizó con fines doctrinales.Se originó en Siria y Egipto aunque pasó rápidamente a Occidente y fue en Roma donde, como centro de la cristiandad, se produjeron las primeras manifestaciones de monumentos arquitectónicos en el ámbito de los cementerios o catacumbas, dentro de una etapa de clandestinidad debido a las persecuciones de que eran objeto los que practicaban la religión cristiana. La basílica paleocristiana surge de la necesidad de utilizar edificios con mayor capacidad para el culto cristiano. Las nuevas iglesias cristianas necesitaban más espacio para contener a los fieles que se acercaban a orar dentro del templo. Eligieron las basílicas porque ninguna otra religión las había utilizado para el culto. Para ello, a finales del siglo IV y a comienzos del siglo V, comenzaron a suprimirse las iglesias de formas irregulares para reemplazarlas por iglesias de forma regular. El espacio interior de las basílicas se distribuye en una planta rectangular dividida en varias naves (3 o 5) paralelas, separadas por filas de columnas o pilares sobre las que se apoyan los dinteles. En el extremo de la nave central que es más alta y ancha que las laterales, se sitúa el ábside, semicircular. Estas basílicas contaban originariamente con un atrio porticado que precede al nártex donde se encontraban las personas no bautizadas. A través de él se accedía a la sala principal. La diferencia de alturas permite colocar una fila de ventanas que ilumina el interior. En la cabecera se sitúa el presbiterio con el altar. Otras formas de construcción paleocristiana adoptadas de los edificios romanos fueron los baptisterios, los mausoleos y los martyrias. Estos edificios solían ser de planta circular y en el centro se situaba la pila bautismal, el sarcófago con restos del difunto, y las reliquias, respectivamente. La basílica cristiana fue influencia para otros estilos artísticos como en la arquitectura bizantina que adaptó el modelo tardoromano de planta basilical hasta el siglo VI. Se mantuvieron elementos constructivos como el atrio, el nártex o la cubierta de madera a dos aguas pero se añadieron otros elemento como la triburna. También, en el arte islámico, el origen constructivo de algunas de ellas son las basílicas paleocristianas.